Si deseas perder peso, algunos estudios sugieren que la reducción de carbohidratos podría ser un método para lograr tus objetivos. Sin embargo, una nueva investigación revela que ciertas dietas bajas en carbohidratos pueden no resultar en pérdida de peso.
Un estudio publicado en JAMA Network Open analizó los datos de más de 67,000 personas que participaron en tres estudios diferentes. Todos los participantes en los tres estudios se consideraban saludables, tenían menos de 65 años y no tenían enfermedades crónicas preexistentes. La información se recopiló a través de los informes de los participantes sobre su dieta y cualquier cambio en su peso, ya sea pérdida o aumento, en intervalos de cuatro años.
Los investigadores compararon los resultados de aquellos que siguieron cinco tipos diferentes de dietas bajas en carbohidratos, cada una de las cuales reducía los carbohidratos a entre el 38% y el 40% de la ingesta calórica diaria. El estudio comparó una dieta general baja en carbohidratos con otra que utilizaba principalmente proteínas y grasas animales; una segunda dieta que se centraba en proteínas y grasas de origen vegetal; una dieta baja en carbohidratos que se centraba en consumir menos carbohidratos refinados, más proteínas vegetales y grasas saludables como el aceite de oliva; y, por último, un plan de alimentación “poco saludable” definido como aquel que incluía grasas “poco saludables”, más proteínas animales y cereales refinados.
Los investigadores descubrieron que las dietas bajas en carbohidratos que enfatizan la ingesta de macronutrientes de alta calidad provenientes de alimentos saludables de origen vegetal se asociaban con un menor aumento de peso. Por otro lado, las dietas bajas en carbohidratos que ponían énfasis en las proteínas y grasas de origen animal o en los carbohidratos refinados se asociaban con un mayor aumento de peso. Estas asociaciones eran más evidentes entre los individuos más jóvenes, con más peso y menos activos.
En resumen, aquellos que seguían una dieta baja en carbohidratos centrada en la carne ganaban más peso con el tiempo en comparación con aquellos que optaban por una versión basada en plantas.
Aunque no existe una definición universal de ‘baja en carbohidratos’, generalmente se considera como una dieta que limita alimentos ricos en carbohidratos como cereales, frutas y verduras con almidón como las patatas”, dice Melissa Prest, dietista-nutricionista y portavoz nacional de medios de comunicación de la Academia de Nutrición y Dietética, y miembro de la Junta de Revisión Médica de Prevención. “La mayoría de las personas que siguen una dieta baja en carbohidratos se centran en elegir alimentos ricos en proteínas, grasas y verduras sin almidón, como las de hoja verde”, añade.