De los evidentes saqueos, endeudamiento y el establecimiento de municipios en quiebra, también lo es “reventarlo” en el ejercicio público con funcionarios que no son del lugar. “Reventarlo” es igual, y más grave, imponer a representantes populares en las planillas de ayuntamientos que no vienen en nada a aportar conocimiento, talento, y creatividad en la legislación municipal en su fase reglamentaria, en esa micro cámara o mini parlamento y llegar a presumiblemente “negociar” en corto posiciones, recurso económico, canonjías, y simple, por “levantar la mano” y muchos ediles más que una oposición critica, propositiva y responsable, y de todos, emitir un voto más que razonado por consiga, o francamente para “hacerla de pedo”.
La administración pública, manifiesta diversas áreas de oportunidad, y de entre la más crítica y de mayor impacto negativo es la hacienda municipal, la administración de los recursos del pueblo, la economía y sus finanzas, y no menor, las inversiones en la justamente obra pública y los servicios básicos, el mantenimiento de la infraestructura urbana y la hidráulica. La enorme posibilidad que representa la captación de capitales y asimismo, generar las condiciones de seguridad, exista la confianza y prevalezca la certidumbre para el fomento y desarrollo de la actividad productiva, en el comercio y los negocios, y crecer de manera extraordinaria como los son los municipios sobre todo de la Zona Naucalpan, Tlanepantla y Atizapán de Zaragoza (NZT), y demarcaciones periférica en definitiva, por su ubicación estratégica.
Sin embargo, y a la falta de un verdadero servicio civil de carrera y visión municipalista, la capacitación de cuadros políticos y administrativos o gerenciales, el ingreso a nómina de funcionarios y personal improvisado que lejos de venir a eficientar la calidad del precisamente servicio y la gestión pública, pero sobre todo, dar los resultados esperados, desafortunadamente las “cuotas partidocráticas, el pago de facturas, y los avionazos” en numerosos casos, de la misma dimensión y quizá con otras palabras, es “devastar y hasta tronar la hacienda”. Es trágico el nivel en que entregan el gobierno, las infames herencias traducidas en multimillonarios pasivos con que además reciben, como lo es y entre otros, impresionantes saldos en obras y servicios, el acumulado en la respuesta a peticiones y la sorprendente tramitología.
En esta Zona (NZT), hay claros ejemplos de la irresponsabilidad pública, y no es menor en el Municipio de Naucalpan, entre otros del perímetro urbano, en donde y hay que decirlo como es para efectos de congruencia, y en el análisis político en vías a la elección del 2 de junio de este año, de los presumibles axiomas mediáticos de “No Robar, No Mentir y No Traicionar”, el gobierno morenista que encabezó la ex alcaldesa, Patricia Durán Reveles, quien aún y acredita una serie de irregularidades en la función pública, notables daños al “Lugar de las Cuatro Casas”, y de manera sorprendente al patrimonio del SUTEyM de este lugar; en donde alrededor de 372 millones de pesos después de dos años de su salida derivado de la alternancia pública, sigue adeudando, y no se aprecia para cuando y en que tiempo resarcir los males.
Las sistemáticas denuncias de la secretaria general de la organización sindical que lidera, Tomás Alberto Palomares Parra, como que no prosperan ante las instancias administrativas y judiciales, en donde el pasivo es de 32 millones de pesos en retenciones que les hicieron a los trabajadores y no reportados a la instancia correspondiente, 200 millones de pesos en diversas prestaciones a la clase trabajadora y 140 millones de pesos en despensas, al margen del cumplimiento en contraste, casi su totalidad de la actual administración para con la organización de la alcaldesa, Angélica Moya Marín en lo que toca a su mandato, y lo todavía más delicado, triplicar el capítulo 1000 del presupuesto de egresos 2021, y no pagó a una amplia base de servidores públicos municipales, justamente sindicalizados y de confianza.
No obstante, cubrió las distintas “nominas secretas” presumiblemente para importantes cuadros políticos de morena, en donde cobraron “la mamá, hermana, suegra y hasta la cuñada” incluso, funcionarios que en su gestión fueron sustituidos y seguían recibiendo su sueldo en tiempo y forma, y en esa tesitura, y el presunto malandrín; el maestro y tesorero, Leopoldo Corona, que en lugar de “noviar”, hubiese respondido a Naucalpan, y qué esperar, entre otros casos en la región, con la ex alcaldesa de Atizapán de Zaragoza, Ruth Olvera, y las facilidades para las inversiones de los carteles inmobiliarios extendidos en distintos sitios del municipio que gobierna hoy en día, Pedro Rodríguez Villegas, por la señora Nina Hermosillo Miranda, o también la falta de pago a servidores públicos sindicalizados lo mismo en Ecatepec de Morelos, con el alcalde Fernando Vilchis Contreras, que en Toluca con el ex alcalde, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, que tuvieron un cierre de la administración 2021, sumamente complicada y como para olvidar.