Demandaron mayor patrullaje y seguridad permanente, cámaras de vigilancia y botones de pánico en lugares estratégicos
Alumnos del plantel se suman a la movilización en Palacio Municipal en donde exigieron Justicia.
Bajo las consignas: “No fue un accidente, fue un asesinato, Estudiante consciente se une al Contingente; Justicia, Justicia, Fuera porros de la UNAM”,
Por otra parte, un grupo de estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Naucalpan, demandaron mayor seguridad, tras adherirse a la manifestación emprendida de padres de familia de este plantel Universitario a la explanada de Palacio Municipal.
Los estudiantes arribaron poco después al acceso principal del edificio de gobierno, en donde una comisión de padres de familia habría ingresado a dialogar con autoridades de la demarcación.
La marcha pacífica recorrió las principales vialidades que comunican al Campus Universitario entre las Avenidas del Bosque, San Luis Tlatilco, Gustavo Baz para subir por José Becerril y Juárez.
Los padres de familia se reunieron afuera del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), para exigir que sus hijos tengan la seguridad necesaria ante los grupos porriles.
De acuerdo a las versiones de estudiantes, un grupo presuntos porros del Colegio de Bachilleres plantel 5 Satélite acudió al CCH Naucalpan para atacar a los estudiantes.
Lo anterior, dejando como saldo un alumno muerto de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, que llegó al CCH en busca de su hermano, estudiante del Colegio y varios heridos.
Autoridades municipales y del CCH informaron que el joven sufrió una caída, y luego, al ser auxiliado por su hermano llegó al frente del plantel, dónde se desvaneció y falleció.
Sin embargo, varios estudiantes en contra parte desestimaron las versiones oficiales e insistentemente aseguraron como en la consigna principal que, “No fue un Accidente, Fue un Asesinato”.
La señora Martha, madre de dos alumnos, que iba al frente de la marcha, informó a los medios de la fuente que el pliego petitorio contiene tres puntos básicos; mayor número de patrullas y que sean fijas, en “el Triángulo”, “La Capilla” y el área de ingreso a la Basílica de Los Remedios.
Asimismo, cámaras de videovigilancia y botones de pánico en lugares estratégicos para una respuesta inmediata, al tiempo de la solicitud de un protocolo de acción para saber qué hacer en caso de hechos de violencia.
“De parte del municipio esto es lo que necesitamos, nos preocupa la seguridad de nuestros hijos, cuando hay una población de más de 10 mil estudiantes”, apuntó Ricardo Godoy, padre de familia.
Puntualizó que necesitan seguridad y patrullaje permanente, además denunció los asaltos que se dan en la periferia del plantel.
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