Roseland de Portishead cumplió 25 años

Portishead es un grupo que marcó a la generación que fue adolescente en los noventa. Una de las grandes bandas del Trip Hop que junto a Massive Attack y a Tricky dejaron asociados a su música nuestros recuerdos.  

Así como los jóvenes se reúnen en la adolescencia para crear una banda de rock, mis amigos y yo nos juntábamos a escribir. Por esa época yo me dedicaba a escuchar música, leer cuando no estaba jugando basquetbol, escribir y dibujar a altas horas de la noche.

La música de Portishead me acompañó durante horas, sobre todo cuando pintaba. Esta banda la conocí gracias a uno de esos amigos con el que aún me sigo juntando para escribir. Un día nos regaló un CD grabado, a todos les dio un disco con letras a mano que decía Portishead, menos a mí. Según me dijo después pensó que no me gustaba la música electrónica. Otro de mis amigos puso su disco de inmediato y desde la primera nota me quedé enamorado. Era un sonido único, nunca  había escuchado algo similar.  

El momento clave fue en 1991, cuando se grabó Blue Lines de Massive Attack, que es considerado el primer álbum de Trip Hop en la historia. En ese momento coincidieron en el estudio los grandes representantes de este movimiento; los tres miembros de Massive Attack, Tricky y Geoff Barrow quien era un joven ayudante de ingeniería de sonido, y que se quedó tan alucinado con el sonido que más tarde formó Portishead.  

La gestación de Portishead se dio durante esta grabación. Barrow utilizó el estudio en los tiempos muertos para grabar la primera maqueta de lo que en 1994 fuera su primer disco con Portishead: Dummy.

Ese material lo estuvo trabajando mientras buscaba los músicos ideales para darle forma al sonido que estaba buscando y después de un tiempo conoció a Beth Gibbons, con quién tenía ideas que hicieron perfecta sincronía con el trabajo de Barrow, posteriormente invitaron a Adrian Utley, un guitarrista de Jazz.  

Con estos elementos crearon un sonido único que es difícil catalogar. Con influencias del hip hop, el soul, el jazz, el downtempo, la psicodelia y el rock experimental, crearon un sonido complejo que en algunos aspectos es minimalista con atmósferas melancólicas, oscuras y sensuales. 

El canto terriblemente emocional de Beth Gibbons nos recuerda a grandes cantantes clásicas como Billie Holiday o Nina Simone, donde no hace alarde de gran técnica vocal, sino que el gran atractivo es su forma exageradamente emocional y desgarradora en la que interpreta las letras, sin duda uno de los puntos que llaman la atención desde la primera escucha y que es uno de los muchos puntos que hacen única la música de Portishead

Otro atractivo es la utilización de los samplers que hace Geof Barrow, utilizando la música que ellos mismos escuchaban. Está hecha con samples análogos que reproducen una suciedad de discos viejos. Así mismo la técnica de scratching es diferente a lo que se usaba en esa época. Barrow utiliza discos viejos y desgastados que tengan ruido, para que los agudos tengan más presencia y en el tornamesa le bajaba totalmente a los bajos y a los medios, generando así un sonido totalmente original como roto o rugoso, que llama mucho la atención.

Las percusiones también son muy relevantes en el sonido, son beats potentes que suenan en momentos sucios y en otros momentos más potentes. 

Todo esto se encuentra totalmente mezclado por la guitarra de Adrian Utley que tiene un sonido entre rock psicodélico, espacial o experimental, que suena potente y complejo pero que está construido con una estructura muy sencilla, en momentos con efectos de guitarra que se repiten y simulan sonidos parecidos al scratching o a los samples y que se fusionan perfectamente uniendo todos los elementos en un sonido seductor, melancólico y oscuro. 

En este concierto deciden agregar el acompañamiento de la orquesta, que acentúa los ambientes atmosféricos y la melancolía, agregando instrumentos que dan fuerza a varias partes de las canciones. Esta orquesta es utilizada de una forma muy minimalista, lo que acompaña muy bien estas versiones en vivo que son muy similares a las grabaciones originales, algo que habla muy bien de Portishead y de la perfección que tiene en sus composiciones.  

Sin duda Roseland NYC Live es uno de los mejores discos en vivo de la historia y que ahora que cumple veinticinco años la banda decidió festejarlos con la publicación de un vinil con versiones extendidas. 

LP conmemorativo por los 25 años con versiones extendidas

Portishead es una banda que sólo a venido a Mexico en una sola ocasión, un concierto mítico que se dio en el Corona Capital del 2011, sin duda uno de los mejores conciertos que hemos podido presenciar. 

Este año con la celebración de los veinticinco años del disco Roseland NYC Live surgio un proyecto tributo llamado Posset que ya lleva presentándose en varias partes del país desde Diciembre. 

Hacer un proyecto tributo tiene la dificultad de buscar la similitud con la banda que se homenajea y sin duda con Portishead es un gran reto, por los diversos elementos de su música. Los integrantes de Posset logran hacerlo de gran forma. 

El tributo se enfoca en la interpretación integra del concierto de 1998. 

Me sorprendió verlos tocar, sin duda son grandes músicos que conocen muy bien sus instrumentos y logran una gran similitud con las piezas originales. El baterista es sin duda un elemento que destaca llevando la métrica de las canciones de forma extraordinaria acompañado por un bajo eléctrico que juntos dan ritmo a las interpretaciones que son acompañadas por el teclado y la guitarra que ejecuta grandes solos y acompañamientos rítmicos. La voz logra darnos esa interpretación emocional y desgarradora que nos recuerda a Gibbons, como debe de ser en un tributo y además la vocalista es la encargada de hacer los sampler para completar la experiencia como si fueran Portishead

El concierto que presencié en el “foro la Paz” me hizo recordar 1998. El ambiente del lugar, la música y la gente hicieron que pareciera una fiesta de esa época. Sin duda una experiencia que pocas bandas tributo logran generar. 

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Arturo Llamas

Arturo Llamas es psicoterapeuta por la Universidad Gestalt y psicólogo por la Universidad del Claustro de Sor Juana. Es experto en diversidad afectiva y sexual, terapia de pareja, arteterapia, entre otras áreas. Además, es ilustrador y artista visual; ha expuesto sus trabajos en varias partes del país, así como en Estados Unidos, Colombia y España. En 2004 obtiene la Beca de Proyectos Artísticos y Culturales del Instituto Mexicano de la Juventud con el Colectivo Santocacomixtle. Desde hace cinco años es creador y coordinador del taller literario Letras Poliamorosas. En 2019 obtuvo el segundo lugar en el Primer Concurso de Cuento de la SOGEM (Sociedad General de Escritores de México). Ha publicado en la revista Universitaria de la  Universidad Autónoma del Estado de México. Y en la Gaceta Nicolaita de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

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