• Ni los gobiernos del PRI, PAN y morena han podido con el grave problema que desafortunadamente escaló de manera dimensional en este “Lugar de las Cuatro Casas”.

• Aunado a los distintos esfuerzos de coordinación entre las distintas fuerzas del orden, Guardia Nacional (GN), Ejercito de México, las policías Estatal, y municipal y la PGJEM, han dado los resultados esperados.

• Claro que hay que hacer algo y todos, por este Naucalpan que se debate entre la vida y la muerte, entre el miedo y el pánico.

Por Mario Ruiz Hernández

NAUCALPAN, Méx., a 27 de agosto del 2024.- En distintos momentos hemos sido testigos del diario acontecer del municipio de Naucalpan, entendido la situación que prevalece en distintas áreas de oportunidad y sobre todo en seguridad pública.

Los índices delictivos en alrededor de una década al parecer se mantienen de fea manera, y aunque la percepción ciudadana es completamente distinta con los propios números que arrojan las instituciones del estado de México, desafortunadamente entramos en el terreno de los otros datos.

Es innegable y hasta inocultable la realidad que padece Naucalpan, que a diario se “tatúa de rojo, de sangre”, y todo programa de seguridad al parecer se encuentra fallido.

Nadie ni el Gobierno de México, o de la Entidad Mexiquense y el municipal ha podido con este grave problema.

Los distintos esfuerzos de coordinación entre las distintas fuerzas del orden, Guardia Nacional (GN), Ejercito de México, las policías Estatal, y municipal y la PGJEM, han dado los resultados esperados.

Naucalpan desde hace más de un lustro es “Tierra de Nadie”, tenemos práctica y justamente territorios ocupados imposibles de penetras y superar.

En Naucalpan contamos con una Base de Operaciones Mixtas (BOM), en Santa Cruz Acatlán que integra a diversas fuerzas del orden y un estacamiento de la Bolivariana Guardia Nacional en la colonia “El Torito”, igual, sin efectividad y resultados.

Hoy, como ayer, y lo hemos sostenido, presenciamos escenas del crimen que jamás hubiéramos imaginados que ocurrieran aquí, en este municipio, de todo tipo y modalidad.

Naucalpan enfrentó y enfrenta los feminicidios, los secuestros exprés, las extorsiones, el dimensional delito de los “homicidios dolosos” derivados en su gran mayoría de los ajustes de cuentas entre grupos

Las zonas o el mapa criminal de Naucalpan es conocido de sobra, y aún y más que vienen creciendo alarmantemente nuevos territorios y el ingreso a la plaza de otros grupos más sanguinarios.

Es verdad, a partir del 1° de enero, no viviremos en el Edén, “ni posaremos para la foto con un tigre o un león al lado llenos de amor, y una paz envidiable”.

Entendamos, la geografía y hasta la sociología del crimen en este “Lugar de las Cuatro Casas”, en el que ningún gobierno municipal, del PRI, PAN, y morena, han podido con la criminalidad.

Naucalpan si, efectivamente es un municipio violento, en donde la capacidad de asombro se perdió y lo anormal es visto como normal, y nadie sabe y abre la boca por temor a un “levantón o un balazo”.

En esta demarcación, hemos, asimismo, tenido todo tipo de mando en la policía municipal; Policía Federal, Estatal, del barrio, del Ejército Mexicano, un psicólogo, un maestro en derecho y una mujer.

Sin embargo, los índices delictivos siguen y siguen, y al parecer no hay manera, toda vez que los ciudadanos, más de 800 mil, queremos tranquilidad, y resultados, y no “grilla barata o mediática”.

Recordar, que, en alrededor de 14 años, registramos 13 comisarios. Con los priístas David Kairos Sánchez Guevara-Claudia Oyoque (4); los panistas Edgar Olvera Higuera- Victor Gálvez (3), la morenista Patricia Durán (4), la panista Angélica Moya (1), más dos encargados del despacho.

Por otra parte, resaltar las contundentes radiografías del momento que representa la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) – INEGI del Subsistema Nacional de Información de Gobierno, Seguridad Pública e Impartición de Justicia.

Lo anterior, y que han colocado a Naucalpan de años, y en diferentes momentos como un municipio de los primeros lugares de percepción ciudadana de inseguridad e invariablemente después de otras ciudades del Crimen como Fresnillo Zacatecas, lo fue Acapulco, Chilpancingo en Guerrero o Matamoros, Tamaulipas.

El miedo se ha apoderado de este sitio, el pánico es una sensación que habrá que trabajar para subsistir en un entorno de elevada violencia y criminalidad.

Escenas insistimos, las hemos narrado; desde enmaletadas, acribillados, desmembrados, calcinados, muerte de despachadores de micros; asesinatos en micros por un celular, robos con violencia en cajeros automáticos, a cuenta-habientes después de salir de una sucursal bancaria.

Así también, el robo violento en casa-habitación con saldos rojos a personas de la tercera edad; el robo de automóviles y la pandemia del robo de neumáticos, a estudiantes y en plena calle.

Claro que la seguridad es RESPONSABILIDAD DE TODOS en sus diferentes esferas de gobierno o instancias; y aunque los vecinos no distinguen el fuero del delito, demandan seguridad.

Finalmente, realizar las revisiones, las estrategias fallidas del Gobierno de México, del Edomex y el municipal, y superarlas, en lugar de “criminalizarse unos y otros” por la falta de resultados.