“Dinero y escritura” de Olivia Teroba es una antología de ensayos autobiográficos escritos en tercera persona, en donde Olivia habla de la relación entre el dinero y la profesión de escritor, teniendo como eje central la pregunta de si ¿Se puede vivir de escribir?
Olvia nos comparte sus vivencias personales sobre el complejo mundo del arte y todo lo que se relaciona con estos dos temas, desde la elección de la escritura como profesión, la forma en cómo ella y su familia se vinculan con el dinero, su forma de escribir y cómo se implican sus emociones y su cuerpo en todo esto.
El tema central es el dinero, ya que es una preocupación constante. “Se dice que el dinero es tiempo o poder, y que tenerlo brinda posibilidades, permite formarse una idea de futuro. Su ausencia nos deja en una espera inquietante, pendientes de lo que viene, con ansias porque la situación mejore. Tener dinero implica poder dejar de pensar en él; no es el caso.” “Dinero y escritura” de Olvia Teroba. (Sexto Piso, 2024).
Al leer “Dinero y escritura” de Olivia Teroba recordé mi camino como artista y sus dificultades.
Una de las imágenes más viejas que tengo de mi, es de cuando tenía tres o cuatro años, un niño pequeño que camina con libreta y lápiz en mano.
Mis primas me dicen que tenían que esconderme las hojas blancas, sino me las acababa haciendo garabatos y rayones. Yo recuerdo que esa siempre ha sido mi actividad favorita. Desde que tomé en mi mano un lápiz, nunca he dejado de dibujar y escribir.
El primer trabajo que realice fue el de dibujante. A mis quince años hacía caricaturas de personas en las convenciones de cómics. Siempre he querido contar historias, ya sea con letras o dibujos, además de que soy amante de los libros. Por eso fue lógico que cuando llegó el momento de escoger una carrera, las primeras opciones estuvieran relacionadas con estos dos oficios.
Opté por la carrera de artes plásticas pero, a pesar de hacer varios intentos por entrar a la ENAP (Escuela Nacional de Artes Plásticas) de la UNAM y a la Esmeralda ENPEG (Escuela Nacional de Pintura Escultura y Grabado) nunca me quedé. La literatura la descarte porque no quería terminar como maestro. Llegué a la psicología, que fue lo que estudié, buscando una profesión que me permitiera tener tiempo libre para dedicarme a la creación; a pintar y escribir. Descubrí en la psicología una nueva pasión por acompañar a las personas en sus dificultades.
El arte es una profesión que se tiene muy idealizada, se cree que es fácil de realizar y que sólo se necesita tener talento, nunca se piensa como un trabajo en el que uno invierte gran cantidad de horas, en el que se necesita formarse y profesionalizarse como cualquier otro. En mi vida he escuchado infinidad de veces que estoy perdiendo el tiempo y que debería de hacer algo más provechoso cuando estoy pintando, dibujando, escribiendo o leyendo.
Cuando se cobra por un trabajo se llegan a escuchar quejas de que es muy caro o que otra persona lo hace sin paga. Un conocido que se dedica al cine escribía que lo primero que le preguntan es: ¿Cuánto es lo menos? En fin, que no se valora lo que realizamos.
“Estoy cansada. Escribo desde el cansancio que es mi cuerpo. Muchas veces me han preguntado por el secreto para dedicarse de lleno a la escritura. Respondo que lo mejor es conseguir una manera de ocupar todo el tiempo posible en leer, escribir, contemplar y hacerse preguntas, pero sin dañar el cuerpo.Ojalá viviéramos en un mundo donde crear no implicara sacrificar otra cosa.” Ibídem.
Como tenemos que realizar otro trabajo con el que podamos cubrir nuestras necesidades, la creación artística se vuelve complicada, ya que requiere de tiempo, tiempo que no tenemos, pues se lo estamos dedicando a otra actividad. Pero cómo le hacemos, si sentimos la necesidad de crear. No podemos sólo abandonarla y dedicarnos a algo más. Los artistas que seguimos metidos en producir obra, tenemos la necesidad de crear, necesidad que le da sentido a nuestra vida y que por lo mismo necesitamos realizarla sino vamos a sentirnos mal, si dejamos de crear perdemos el sentido de la vida. La gente no entiende que eso es lo que nos ayuda a estar bien emocionalmente, se les hace fácil que nos dediquemos a otra cosa.
“Me pregunto cómo sería mi vida si no me hubiera instalado en la idea de seguir escribiendo y trabajara en actividades relacionadas con la escritura. ¿Sería feliz? ¿Viviría en el mismo lugar, conocería a la misma gente? ¿Habría encontrado una manera digna y estable de ganarme la vida? ¿Cómo sería mi carrera literaria si no llevara todo este tiempo intentando demostrar a mi familia que puedo hacerlo?” Id.
No me imagino sin tener en mi bolsa de diario; un libro, una libreta y materiales para escribir y dibujar, pues me sentiría realmente mal de no poder crear algo cuando me surge la necesidad. No puedo vivir sin comer, tener un techo, estar sano, equilibrado emocionalmente, meditar, escuchar música, leer, escribir y dibujar. Puedo decir que esto me define pues todo lo demás lo puedo dejar de hacer sin que realmente me altere.
Por eso siempre he sentido que no quepo en el mundo, las circunstancias me hacen sentir insuficiente, trabajo mucho y no recibo la paga adecuada como artista, lo bueno es que ser psicólogo me ha permitido resolver esto, es una profesión bien pagada, en la que los pacientes agradecen el trabajo y que además me da tiempo libre para seguir creando. Pero como artista sigo sintiendo que cuesta trabajo, me identifico con lo que menciona Olivia “¿Cómo podríamos dejar de pensar la vida como una competencia donde hay que correr para adelantar a otros?” Ibíd.
Tendríamos que generar circunstancias mejores, en las que no se sienta carencia, que se cubran las necesidades básicas y se haga sentir a los artistas que su trabajo es valioso, que se le de la importancia debida.
En la pandemia, cuando estábamos encerrados, las actividades que nos hicieron distraernos y sentirnos mejor fueron actividades artísticas como ver series y películas, leer, pintar, escribir, escuchar música, entre otras, las artes tienen gran importancia en nuestras vidas pero al ser algo recreativo no le damos el valor que tiene. En “Dinero y escritura” Olvia Teroba aborda estas cuestiones y nos adentra en su mundo, en su vivencia personal,con un estilo híbrido que va desde la anécdota, la crónica y pasa por la reflexión ensayística. Textos íntimos que nos hacen pensar y repensar el mundo actual, el trabajo artístico, sus condiciones y efectos en la vida de la gente que nos dedicamos al arte. Sin duda las reflexiones de Olivia aportan a la discusión. Una lectura indispensable para entender la circunstancia actual.
Arturo Llamas
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