En la transición de un gobierno a otro, y en la que está en vías de proceso en el estado de México en la instalación de los 125 ayuntamientos, a ocurrir el 1° de enero del 2025 y de la amplia agenda a atender; diseñar los diagnósticos y pronósticos, es decir, el Estado que guardan las direcciones y dependencias, Institutos y organismos descentralizados de la administración pública municipal, y decíamos más allá de la entrega-recepción, la construcción de mañanas a partir del marco de referencia que se tiene, y darle viabilidad al Proyecto de Plan o tipo de gerencia que se pretende para los próximos años, el ponerle atención especial a los controvertidos Organismos de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento.
En ese orden y para municipios que los tengan y además los administren y por supuesto operen, las condiciones en que dejan estas dependencias, consideradas por muchos como “las cajas chicas” de los ayuntamientos o gobiernos centrales, y que muy pocos de ellos o casi ninguno, es autosuficiente y en el tiempo, según trabajan en “bancarrota o en quiebra financiera”, y que no les permite cubrir la elevada demanda del servicio de agua, y peor en la actual crisis hídrica y recortes sistemáticos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), y la CAEM, pero además, un tema que les ha venido pegando de fea manera, lo es el desperdicio del vital líquido y el hidrochicoleo, o robo del afluente a través de tomas clandestinas u otros medios.
El asunto complicado, y en nuestra Zona de Naucalpan, Tlalnepantla, y Atizapán de Zaragoza (NZT), y municipios periféricos a este enorme conglomerado urbano, El Oapas, OPDM o SAPASA, el Operagua de Cuautitlán Izcalli, APAST de Tultitlán, SAPASAC de Coacalco de Berriozábal, o SAPASE de Ecatepec, y SAPASNIR de Nicolás Romero, el saberse a conciencia en cada uno de ellos, y de todo el asunto económico, los resultados además de la gestión, administración y distribución del líquido, las obras de su infraestructura hidráulica, el desazolve, aseo de ríos, presas, bordos, los emisores de interconexión, los drenajes, y sobre todo, los resultados del trabajo realizado durante la gestión de gobierno.
En ese sentido, la evaluación de los indicadores del desempeño si es que los instrumentaron en su planeación, y metodología, las metas, y de manera extraordinaria, las diferentes acciones y seguro, para evitar las constantes inundaciones en la temporada de lluvias, entre otros requerimientos en la materia. En este proceso de transición así también, medir y valorar justamente decíamos, el estado en que se encuentran los organismos, y más aún en aquellos completamente controversiales como el OPDM de Tlalnepantla, el Oapas Naucalpan y el Operagua de Cuautitlán Izcalli que, en los años, ” es como la misma cantaleta”, del elevado endeudamiento público que heredan o que deben a la Conagua o CAEM, entre otros débitos.
Es claro el reto dentro de muchos otros para alcaldes virtualmente electos de la NZT, lograr la autosuciencia financiera y operativa de estas “empresas descentralizadas municipales”, y los mismo sea una prioridad para Isaac Montoya en el “Lugar de las Cuatro Casas”; que para Raciel Pérez Cruz en “La Tierra de Enmedio”, Daniel Serrano en “Tu Casa entre los Árboles”, para el mismo Pedro Rodríguez Villegas en “La Ciudad Adolfo López Mateos”, David Sánchez Isidoro en Coacalco de Berriozábal, respectivamente en la elección consecutiva o reelección, y Tultitlán, con Ana María Castro Fernández, y en todo el marco de referencia que les asiste sanear todo el sistema económico, pero además y en los municipios que atraviesan la vialidad José López Portillo, superar las notables anegaciones anuales donde siempre.
En serio que, en estos organismos y así “cansados cada tres años, de ahora sí, traer a puros expertos o especialistas, y en cualquier otra área de oportunidad de la gerencia, que sean del lugar de residencia comprobada, lejos de sacar constancias domiciliaras para acreditar un hogar que no habitan o pedir a alguien que “les presten justamente el domicilio de la morada” y vivir en otro lado o en las zonas residenciales, algún campo de golf, o en esos condominios o privadas exclusivas; trabajar con alto sentido de responsabilidad y compromiso republicano, y obviar lo que en distintos momentos ha venido ocurriendo, poner en duda el ejercicio público por sistemáticos actos de impunidad y corrupción.
En este escenario de la NZT, no es fácil olvidar para los que aún conservan lucida su memoria, los diversos escándalos, como fueron por ejemplo los 60 millones 200 mil pesos que salieron de la caja del Oapas Naucalpan en 2014, siendo alcalde el priísta David “Kairos” Sánchez Guevara” y que culminó la ex Presidenta Municipal sustituta, Claudia Oyoque, para transferir fondos públicos a inversiones de riesgo en Ficrea y Multiva, y lograr una utilidad que jamás llegó, llevando a un ex funcionario a Barrientos y purgar una condena que ya en estos momentos cumplió Elías Prieto, y quien se ha abstenido a dar cualquier declaración a los medios de comunicación de la fuente, no obstante, ha dejado abierta la extraordinaria posibilidad de hacerlo.
El grave asunto, que no se sabe dónde quedó el dinero, o si el circulante aún se encuentra en Multiva, de un fraude que ha estas alturas supera los 80 millones de pesos, para que este Grupo Financiero resarza el recurso al Oapas, y que dicho sea de paso, en 2016, el director del organismo, Francisco Santos Arreola en el gobierno del panista Edgar “Albertano” Olvera Higuera, amagaría con una demanda contra dicho banco, sin saber si la misma prosperaría, sin embargo, la practica en este gobierno panista de invertir recursos público en los Grupos Financieros, Fóndika, Argos y Banco del Bajío, fue una constante; en el 2018 con la ex alcaldesa morenista Patricia Durán, y el titular del Organismo, Ricardo Gudiño, el asunto pasó a desapercibido.
Sin embargo, el Oapas Naucalpan no ha sido el único que ha venido enfrentando situaciones delicadas, el OPDM de Tlalnepantla y otros en distintos momentos han sido “denunciado por ser presuntamente “La Caja Chica” del ayuntamiento, el subsidiante de según campañas político-electorales, y la oficina presumiblemente de contratación de publicidad gubernamental de Marco Antonio Rodríguez, “El Tony”, o el Sistema DIF, y bajo “la lupa”, la función del Organismo Público Descentralizado Municipal, el cual le hace falta bastantito para llegar a la excelencia como lo presumen, y en la reflexión, la fatídica y evalutoria zona oriente, los puntos de riesgo de las inundaciones, la falta de limpieza del Río San Javier, Tlalnepantla y de los Remedios.
El OPDM, también llegó al límite tras la interposición de una denuncia penal ante la Fiscalía General de Justicia del Edomex contra quien resulte responsable por la sustracción de información oficial que es utilizada para hacer propaganda a un político y que se apropiaron indebidamente del padrón de usuarios del organismo, violando la ley al vulnerar los datos que hacen identificables a las personas físicas y morales contenidas en la Base de Datos del OPDM, los cuales reflejan cuestiones de la vida privada de las personas en términos del Artículo 113 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública y cuyo padrón es de 153 mil 977 usuarios, y un tema sistemáticamente denunciado, el “Hidrochicoleo, (Robo de Agua), en tomas clandestinas y del que todos como siempre se acusan y nadie asume su irresponsabilidad.
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