“El Caso Olivas” en Naucalpan estado de México, que canceló a consejero estatal de morena la enorme posibilidad legítima de participar para encabezar la coalición electoral juntos hacemos historia con el PVEM y el PT a la Presidencia Municipal de Naucalpan y que tanto instancias interpartidistas como jurisdiccionales, prácticamente “asaltaron” y frustraron técnicamente una postulación por los tiempos, plazos y términos, para resolver los distintos medios de impugnación, como los juicios de inconformidad y revisión de los actos reclamados, y en el mismo sentido, no respetar a la militancia en sus derechos político-electorales, y sus derechos humanos vulnerando éstos en detrimento de la parte actora.
El asunto no es menor, y más allá si el Consejero estatal Juan José Olivas Islas tenga o no pueblo; si su poder de convocatoria no sea de impacto mediático, o tenga estructuras territoriales como seguramente todas y todos presumen tanto en “el papel”, como en tierra, en la sección electoral o en la comunidad, dispuestas a salir al primer llamado y habrá que reflexionar en el recurso interpuesto en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y sus efectos, a corregir los uno y numerosos daños de partidos políticos a su propia membresía; dilatar los procesos de resolución de los medios de impugnación y lo más grave, omitir y retardar la entrega de dictámenes a aspirantes a un cargo de representación popular, ni en estrados o de manera directa. aún y siendo amonestados por autoridades electorales jurisdiccionales.
En ese sentido y además de entre las múltiples ilegalidades registradas en los procesos internos de postulación de candidatos partidistas, la promoción ” de los dados cargados, los pisos disparejos”, el no respetar las convocatorias respectivas, cambiar de manera inusitada las reglas de la competencia”, al límite de experimentar métodos convencionales de designación, brincar “las controvertidas encuestas y tómbolas”, sin generar condiciones confiables en la presumible participación democrática limpia y transparente, que ponga la igualdad en todos y cada uno de aspirantes, insistentemente violentando por “la línea, los dedazos o la imposición”, el curso natural justamente de todo un proceso interno.
“El Caso Olivas”, calificado así por el equipo jurídico del Consejero Estatal de morena en el Edomex, Juan José Olivas Islas interponiendo la queja de Análisis o demanda con el Estado Mexicano ante la Comisión Interamericana con sede en Washington, D.C , en Los Estados Unidos de Norteamérica, sustenta y documenta el cúmulo de trasgresiones a la ley o al marco normativo, en perjuicio de ciudadanos en sus precisamente legítimos derechos-político electorales, y plantea reformas y sanciones a la Ley de Partidos Políticos, a la Legislación Electoral vigente, e incluso llegar hasta la pérdida de los registros a quienes no respeten los métodos, modifiquen las reglas y no den respuesta pronta y expedita a los medios de impugnación a la instancia Interpartidiaria y lo mismo a Tribunales Electorales que no pueden quedar “libres de culpas”.
La queja materia de análisis y demanda, expone realidades de su dirigencia nacional como Mario Delgado y la senadora, Citlalli Hernández, presidente y secretaria general del partido movimiento, respectivamente, en el burdo sentido de “proteger a aspirante de la línea” en el asunto especifico que ocupa por todos los medios posibles, modificando pervertidamente el método de selección inicialmente propuesto al libre albedrío, y todavía por los convenios de coalición según, realizar los registros cuando en el último bimestre del año anterior de la elección, contaban con municipios reservados y siglados para morena y sus aliados, PVEM y PT, que promovieron hasta los registros cruzados de candidatos, cambiar y “acordar en corto” y de último momento a postulantes en distintos distritos locales y ayuntamientos.
Por otra parte, “El Caso Olivas”, busca romper los paradigmas en los formatos de postulación en los partidos políticos, lo mismo en el PRI Nacional de Alejandro Moreno “Alito” y Carolina Viggiano, que en sus dirigencias estatales de la magnitud del tricolor mexiquense, en que el CEN asumió el control de las designaciones para un grupo exclusivo, pasando por la célula directiva liderada por Ana Lilia Herrera Anzaldo y Alejandro Castro, a través de la Comisión Nacional de Candidaturas, presidida por la hoy senadora de la República, Cristina Ruiz Sandoval, frustrando eventuales candidaturas, como la del diputado en ese momento en funciones, David Parra a quien jamás o probablemente le entregarían su dictamen de procedencia o improcedencia a su aspiración a destiempo.
Del asunto o los asuntos a impugnar hasta agotar la instancia interpartidista, antes de acudir a tribunales o estar en tribunales, resolviendo factiblemente infundados los agravios y buscar algún error o recoveco técnico al recurso de inconformidad y desecharlo, cuando las sentencias parecieran para unos asuntos de manera pronta y expedita, y para otros, hasta 24 horas antes de la etapa de la jornada electoral, que no da tiempo a nada, y en el que cada vez los procesos internos partidistas son más “burdos, tramposos, chapuceros y simulados”, y que “El Caso Olivas”, llama al profundo respeto a la ley, a la militancia, a los tiempos y términos partidistas y de las instancias jurisdiccionales en la solución de conflictos a atender.
El marco de referencia y diagnóstico no contempla sus grandes excepciones en “la partidocracia mexicana”, y en el cual nadie escapa a cometer o violentar los mecanismos o métodos de participación en la legitima conquista de una candidatura a algún cargo de elección popular; ni Marko Cortés presidente nacional del PAN, o el reelecto Anuar Azar Figueroa en la entidad mexiquense, José Couttolenc Buentello del PVEM, o “El Nuevo PT” en el Estado de México comandado por los diputados federales Reginaldo Sandoval, y Fernando Vilchis cerrando a través de “tanta trampa”, la oportunidad a la gente de participar con entrega y emoción a lograr una candidatura legitima a un cargo de elección popular.
